La base de la publicidad tradicional del siglo pasado se centraba en la «Teoría de la Aguja Hipodérmica» de Harold Laswell. Según esta teoría, el usuario o espectador de los mass media (Radio, TV y prensa) era impactado por un mensaje que recibía y toleraba sin rechistar.

Esta creencia de la psicología conductista se desarrolló plenamente con la propaganda de la II Guerra Mundial.

Durante muchos años pareció funcionar porque los monopolios de la información establecían lobbies de poder en función de sus intereses políticos y económicos. Al ciudadano medio no le quedaba mas remedio que certificar como cierto o como bueno lo que aparecía en la televisión o escuchaba en la radio.

Ahora el target ha cambiado

Hoy en día el usuario ha cambiado de forma drástica. No sólo tiene ante sí una gran abanico de productos, también dispone de multitud de posibilidades de informarse: los telediarios, los diarios digitales, las alertas informativas del móvil, los tweets, la viralidad en redes sociales, las plataformas de streaming, etc.

Ante esta infoxicación a las empresas no les queda más remedio que invertir, no a la promoción de sus productos, sino a la difícil tarea de captar la atención del consumidor.

 

El poder ha pasado de manos de las marcas a las del consumidor. Antes no te quedaba otra opción que tragarte todos los anuncios de cualquier soporte para poder seguir viendo una serie o leer una noticia. Ahora es tan fácil como bloquear anuncios en tu móvil, práctica que se está convirtiendo en una tónica de cualquier usuario y que sólo en Reino Unido realiza 12 millones de personas.

Los usuarios que más bloquean anuncios en sus dispositivos son los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 24 años.

Esta tendencia no va a hacer más que aumentar con las nuevas generaciones. El aumento de las suscripciones de pago en plataformas como Netflix, Twitch y Spotify no hace más que revelar el disgusto que sienten los jóvenes (Generación Z y Millennials) por los anuncios invasivos.

Los jóvenes conectan con las marcas que comparten sus valores

Si trabajas en Marketing no te preocupes ya que no todo está perdido. Es posible captar a los consumidores más jóvenes a través de sus valores y creencias si tu marca los representa.

El 64% de los consumidores a nivel mundial, lo que compra ahora mismo es confianza.

Del mismo modo, uno de cada dos consumidores puede elegir o boicotear tu marca en función de su posición determinada frente a un tema social. Los consumidores ya no son tontos, ahora están mas capacitados e informados que nunca. Si quieres sobrevivir como empresa en este nuevo escenario debes tener un propósito y no sólo buscar un beneficio. Según un estudio realizado por Havas, las marcas que se están identificando con los jóvenes consumidores han superado su cotización en bolsa en un 206% en los últimos 10 años.

Como ejemplos:

  • El compromiso de Adidas de usar sólo plástico reciclado al 100 por cien para 2024 en la fabricación de sus productos (consiguió vender 1 millón de zapatos hechos de plástico oceánico el año pasado).
  • La promesa de Unilever de mejorar la salud y el bienestar de más de mil millones de personas (las marcas sostenibles de Unilever están creciendo 50 por ciento más rápido que el resto del negocio).
  • La ambición de Ikea de mejorar el cambio climático para 2030 ( las ventas de productos sostenibles han aumentado a $ 1.9 mil millones).

¿Qué significa esta tendencia?

Antes las marcas sólo se ocupaban de generar beneficios y fabricar productos que satisfacían necesidades materiales del consumidor. Hoy ya no es suficiente. Los jóvenes esperan que las marcas vayan más allá. Quieren que defiendan una causa y mejoren sus vidas. Que desempeñen un papel activo en la lucha contra la pobreza mundial, la desigualdad y el cambio climático. En definitiva, que aporten valor a la sociedad.

Y tú ¿Qué opinas?, ¿Te gustan las marcas que apadrinan causas?, ¿Influye en tu decisión de compra?

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