En el pasado, prepararse para pasar un día tomando fotos, ya fuera en un evento o en una visita turística, requería de bastante esfuerzo empezando por preparar la propia cámara. Ahora, resulta pan comido hasta para aquel que no tiene ninguna noción de fotografía. ¿Por qué?
El boom del smartphone
Con la aparición de los smartphones, nuestra vida ha cambiado completamente y las características de resolución y la calidad de imagen integra la mayoría de los dispositivos, ha hecho que las fotos se conviertan en algo cotidiano en nuestro día a día.
Casi el 70 % de los adolescentes ha subido fotos propias a las redes sociales.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y este inusitado interés por la fotografía también trae consigo problemas de seguridad, atención y sobrecarga visual.
Mientras compartes fotos el momento pasa de largo
En palabras del cofundador y director de tecnología de Photo Butler, David Benaim:
“Aunque solo lleva un segundo tomar una foto, empleamos hasta 40 segundos en compartirla. Durante los cuales, nos estamos perdiendo la esencia del momento. La transformación de la fotografía tiene implicaciones masivas en nuestra capacidad de estar presente.”
Y es que, todos hemos visto durante un concierto o espectáculo al público más centrado en sus pantallas que en lo que está pasando en el escenario. No sólo en cuanto a fotografía se refiere si no también al vídeo.
Mientras revisamos la mejor toma y la compartimos en redes nos perdemos parte del evento. ¿Estamos haciendo bien sacrificando el aquí y ahora en virtud de una imagen?
Antes, lo importante era asistir y lo secundario llevarse un recuerdo, una foto. Primaba más la experiencia para almacenar en la memoria.
Ahora vemos como necesario inmortalizar el momento, paso a paso, en forma de imágenes, dejando de lado las sensaciones de vivir un directo.
La IA puede ser la solución al problema
Se están desarrollando nuevos algoritmos de información en inteligencia artificial aplicada para ahorrar tiempo y energía catalogando fotos y varias compañías apuntan a lograr estos objetivos, incluida Photo Butler.
Estamos hablando de una aplicación para compartir fotos que permite a los anfitriones de un evento crear una sola secuencia de fotos en la que los invitados puedan contribuir y ver imágenes.
A medida que se vayan compartiendo las fotos, la aplicación detectará las mejores y con una tecnología en reconocimiento facial puede identificar y etiquetar a los usuarios para que puedan tener las imágenes sin haberse perdido un momento del evento.
La IA también podría influir en cómo compartimos fotos en RRSS
Richard Lee, director ejecutivo de Netra, una empresa de reconocimiento de imágenes, nos habla también de usar la inteligencia artificial y la tecnología para aliviar la sobrecarga visual y mejorar la participación en las redes sociales.
Lee opina que, aunque la tecnología actual nos haya convertido en fotógrafos semiprofesionales, existe una sobreabundancia de fotos y vídeos con mala calidad gracias a la capacidad de almacenamiento de los dispositivos.
La IA podría solucionar el problema en un futuro combinando la identificación de las fotos con datos de participación en redes sociales (“me gusta”, “comparte”, “comenta”). Los algoritmos recomendarían que fotos debemos o no compartir según su calidad.
Otras posibilidades de la IA en la fotografía
Los ejemplos anteriormente descritos son sólo algunas de las oportunidades que surgen de la intersección de la foto con la inteligencia artificial.
Aunque tenemos que reconocer que, desde el momento actual, parecen un poco terroríficas. Como ejemplo, la existencia de una investigación de Nvidia que demuestra que es muy fácil crear fotos falsas a partir de IA.
Destaca la utilidad del algoritmo EnhanceNet-PAT, creado por científicos del Instituto Max Planck para Sistemas Inteligentes en Alemania. Éste, aplicando inteligencia artificial a fotos de baja resolución el algoritmo, puede transformarlas en fotos de alta resolución listas para imprimir.
Por su parte Adobe no se queda atrás y está desarrollando una tecnología de aprendizaje automático llamada Sensei, cuya finalidad es editar fotos y vídeos mejor que el ser humano. Pronto podría convertirse en una parte integral de Adobe Creative Suite.
Google, también tiene una participación de IA en el mundo visual. Su cámara Google Clips podría cambiar las reuniones familiares incluyendo fechas especiales en su programación tales como Navidad o Acción de Gracias.
La cámara usa IA decidiendo cuándo tomar fotos para que el usuario no tenga que hacerlo durante un encuentro familiar.
La Inteligencia Artificial nos abrirá un abanico de posibilidades en el mundo de la fotografía pero también puede influir en nuestra privacidad.
¿Nos acostumbraremos a esta nueva tecnología sin reservas?
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