Desde que recientemente Elon Musk ha comprado Twitter se avecinan muchos cambios y uno de ellos es sobre una nueva política en relación a la libertad de expresión.

En ella, permitirán la publicación de mensajes negativos y de odio pero limitando la capacidad de verlos, de ahí el titular que se está viendo estos días de «Twitter reducirá al máximo la visibilidad de los mensajes de odio».

Además, también propone desmonetizar esta clase de tuits, dejándolos sin la posibilidad de introducir anuncios o comerciales, a la par que se le quita la exposición, aplicando esto a las grandes personalidades y marcas de la red.

Es libertad de expresión, pero no libertad de alcance» (Elon Musk)

Elon Musk antes de ser propietario de la plataforma era ya muy crítico con la libertad de expresión y forma de moderar los conflictos en ella y a finales de octubre cuando se hizo pública su adquisición, comunicó que uno de los motivos de comprar Twitter fue «porque es importante para el futuro de la civilización tener un ágora común digital, donde una amplia gama de creencias puedan debatirse de una manera sana, sin recurrir a la violencia».

Aseguró también que «hay en al actualidad un grave riesgo de que los medios de comunicación se escindan en las cámaras de resonancia de la extrema derecha y la extrema izquierda que generen más odio y dividan nuestra sociedad» y  «no puede convertirse en una batalla campal infernal, donde se puede decir todo sin consecuencias».

Para ello, señaló su apuesta por la experiencia personalizada y por la publicidad «que sea lo más relevante posible» para las necesidades de los usuarios.

Esta nueva postura, como ha matizado Musk, se aplicará a los ‘tuits’ individuales y no a cuentas de usuario.

En resumen, a partir de ahora, los tweets negativos/de odio se reducirán al máximo y se desmonetizarán, por lo que no habrá anuncios ni otros ingresos para Twitter y no se encontrará el tweet a menos que lo busque específicamente, lo cual no es diferente del resto de Internet.